Por Irma García
07 octubre de 2012
Con el
objetivo de conocer de primera
mano los trabajos que, como microempresarios realizan, el día viernes 05 de
octubre del presente año un grupo de jóvenes de San Pedro Puxtla, Santo Domingo
de Guzmán y de Tacuba se desplazaron hasta el municipio de Guaymango, en
Ahuachapán.
Los
miembros de la Red Juvenil Torogoz de Guymango y Jujutla (RJT)
fueron los anfitriones para realizar la
jornada de intercambio de experiencias con estos microempresarios provenientes
de municipios vecinos del departamento
de Ahuachapán. Como se tenía previsto,
la actividad dio inicio a las 8:00 A.M en
las instalaciones de la Casa de La Cultura de Guaymango, cede misma de
la Red Torogoz. Se dieron cita unos 60
jóvenes en total, entre hombres y mujeres de los municipios ya mencionados. A
lo que se sumaron los microempresarios de la RJT, junta directiva y sus
miembros activos.
Ellos son jóvenes organizados que han sido beneficiados y como resultados de ello, ahora poseen su negocio propio en sus localidades. Dentro de las iniciativas se pueden mencionar: carpintería, molino Nizxtamal, panaderías, crianza y venta de tilapias, producción de yuca, granja de pollos de engorde, bisutería, ciber, bazar, entre otras.
Ellos son jóvenes organizados que han sido beneficiados y como resultados de ello, ahora poseen su negocio propio en sus localidades. Dentro de las iniciativas se pueden mencionar: carpintería, molino Nizxtamal, panaderías, crianza y venta de tilapias, producción de yuca, granja de pollos de engorde, bisutería, ciber, bazar, entre otras.

Los visitantes también tuvieron el honor de conocer la alcaldía de Jujutla, oportunidad que aprovecharon para felicitar al síndico Jaime Moran. Él los recibió de buena manera y explicó el papel que las juventudes deben tener ante una sociedad demandante de cambios a favor de los más necesitados. Caso concreto es la alianza que tiene la RJT con la comuna jujutlense y la de Guaymango, quienes se han comprometido a trabajar de la mano con las juventudes locales.
Para finalizar la jornada, se despidió a los jóvenes con un delicioso bocadillo, preparado por manos de Irving Ruiz y William Centeno, quienes tienen a su cargo la Panadería El Naranjal. De la misma forma otro grupo se reunió en la casa de Carlos Arévalo, quien les esperaba con unas ricas yucas fritas, cosechadas por su persona. Claro, este intercambio terminó en horas de medio día, pero los jóvenes microempresarios continúan en movimientos que buscan la integración de otros jóvenes visionarios de nuevos horizontes.
Ohhhhh..está reketebien que la juventud misma sea la que se organice,con el apoyo de los cooperantes
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